La música relaja el corazón, reduce la tensión y aumenta la secreción de endorfinas, un sedante natural.
Los beneficios de la música se producen en el cerebro, el órgano que determina las emociones que provoca una canción. Así, la música tiene poderosos efectos sobre el organismo que la medicina occidental está empezando a utilizar, ¡mientras que los chinos ya los conocen hace tiempo!
Las bases científicas de la musicoterapia, que aún están en fase de estudio, descansan en el efecto de las ondas sonoras sobre la materia física.
Por ejemplo, una música pausada se usa para combatir trastornos cardíacos o hipertensiones, pues disminuye la frecuencia respiratoria y cardíaca, reduciendo la presión arterial y la temperatura corporal.
Por otro lado, las melodías con frecuencias entre 40 y 66 hercios reducen la tensión muscular.
Además, las canciones se relacionan con la secreción de endorfinas, los sedantes naturales del cerebro que potencian los efectos anestésicos.
Una persona triste se constipa con más facilidad que otra alegre; por eso, las endorfinas producidas al escuchar música mejoran el sistema inmunitario, igual que otras sustancias presentes en la sangre, las interleucinas, cuya concentración aumenta un dos por ciento tras 15 minutos de música.
El estado de ánimo es fundamental para el sistema inmune.